Dormitorio de los chicos

Entro... no hay nadie.
Pongo mi maleta en la cama más alejada de la puerta, la cercana a la ventana.
Abro mi armario y pongo las cosas allí.
No parece que ningún otro armario esté ocupado. La habitación estaba totalmente vacía antes de que llegara...
me siento en el borde de la cama. Este lugar es acogedor... pero, ¿podra alguien como yo encajar en un lugar asi?

Miro ceñudo a la chica que me mira desde la puerta.
-Hola - le digo - ¿Quién eres?

-Edward - le dije fastidiado.
Ella me miró con esa ceja levantada y con cierto reproche.

-Vale, gracias - le dije.
Nos fuimos a clases...

Volvi de la primera clase... en una palabra, aburrida. Nada nuevo. Nada...realmente útil.
Aunque la gente era interesante... diferentes formas de pensar, diferentes criaturas, vividas formas del mundo visto desde perspectivas muy distintas... y nos cuantos que tenían talentos especiales...
si, era interesante... pero no es lo que buscaba... aún.
Todavía no hablo con nadie... me sigo preguntando si sere capaz de estar aquí.
Me tumbo en la cama de la habitación solitaria. Un rayo de luna me llega de pleno.

.

Vi a la misma chica de antes asomar la cabeza por la puerta... de nuevo.
-Sí - le respondí sentándome en la cama.
Ella me miró curiosa pero entró. Se paró frente a mí con un gesto indescifrable.

-Pues... nada - le dije entre dientes. Ella me miró aún más ceñuda.
Hice una mueca y me callé. Ella rodeó la habitación y se sentó en la cama del frente.

Ya había entregado la tarea de botánica... menudo rollo...
Me cambié de ropa y salí de allí... ese lugar tenía grandes terrenos que visitar...
y quedarse otra noche en la torre no era una gran perspectiva...

Hacia tiempo que no salía... no tenía ganas...
pero decidí salir...
aquella chica... hacía tiempo que no la veía...

Regresé de la vuelta al colegio... aburrida...
abro la puerta y entro. Todo está oscuro.
No conseguí ver a nadie que hubiera visto antes.
Avancé hasta mi cama, pero algo me detuvo. Un pequeño ruido, mínimo.
Enciendo la luz y hago una mueca.
Ella está alli, sentada muy quieta. Esperándome.
Suspiro y espero que hable.

Le sonrei a medias.
-La verdad no... ¿qué es lo que quieres? - la sonrisa se transformo en mueca.

Enarqué una ceja y me acerqué a ella.
-¿Qué quieres decir con eso?...¿qué quieres de mí?

La mire de frente y sonrei triste.
-¿Y porqué me buscas?...¿qué te hizo pensar que yo te ayudaría?