Me puse a vagabundear por los callejones esperando a que llegara mi presa,iba por la sombras,la gente no me veía pero un par de ojos escarlatas vigilaban en las sombras,el efecto de la poción había pasado ya pero n sentía sed,ni hambre,ni cansancio.
Cuando ya era noche cerrada un rostro conocido cruzó una de las calles,todo estaba desierto,al instante giró la cara hacia mí,no sabría decir que vió pero echó a correr.En apenas unos segundos lo alcancé y,sin pensar lo miré y me introduje en su cuerpo,cayó muerto y yo regresé a mi forma normal.
Examiné,horrorizada,mi obra y salí de allí.